lunes, 1 de agosto de 2011

¡Que Viene El Papa! 2: El Discurso De Bienvenida

Antes de comenzar esta entrada me gustaría comentar una cosa. Ayer en el suplemento Domingo de El Pais podíamos leer un artículo titulado: "Los indignados de Rouco". Habla sobre la gente, más o menos organizada, que dentro o fuera de la Iglesia, se opone a la visita del Papa. Critican su excesivo coste, el entreguismo del Estado y de otras administraciones a tal evento, etc. A todos vosotros sólo deciros una cosa: al Papa le importa una mierda todo lo que opineis.

¡Ya queda menos!. ¡Sólo quince días!. ¡Qué nervios!

Después de preparar el cartel del evento (que ya entregué al Rouco y no entraré en detalles...), ahora nos toca preparar un discurso de bienvenida como Dios manda.
Había escrito uno muy bonito hablando sobre Jesucristo, el amor universal y todo eso pero, una vez más, Marc me ha impuesto el suyo. Mira que le tengo dicho que así no llegaremos a ninguna parte y que nos vamos a meter en un lío. Pero nada. A continuación adjunto el manuscrito que me entregó:



Hemos sometido el discurso a votación en el Comité Organizador (formado por Marc y por mí) y ha sido aprobado (yo voté que no y Marc que sí, pero su voto vale más porque dice que es más gay porque se ha follado a más tíos que yo).

Luego hemos tenido que buscar a alguien para leer el discurso delante del Benedicto. En principio pensamos en un niño disfrazado de angelote al estilo de los de Murillo, con sus alitas de algodón y todo. Pero luego descartamos la idea ya que pensamos que era demasiado arriesgado. Todos esos curillas y obispillos delante de un niño...No sé, aunque sólo sea por pura estadística, el riesgo era muy grande.

Así que nos pusimos a buscar a otra persona que pudiera asemejarse en algo a un angelito. Y lo encontramos. Se llama Serafín y es chapero en Chueca. Es rubio, con el pelo rizado, con una bonita sonrisa y no tiene ni un solo pelo en el cuerpo. Perfecto para nuestro perfil. (Tambien es el mejor culo de todo Chueca  pero esto ahora no viene al caso).

Sólo tiene un inconveniente. A diferencia de los angelotes de Murillo, el tal Serafín tiene un buen rabo. Y claro, eso desentona un montón. No queremos que el rabazo de Serafín sea el protagonista. Ese día, lo único importante es el mensaje que el Benedicto nos mande a toda la humanidad.

Así que hemos decidido taparle el paquete con una estampita de un Cristo que casualmente tenía Marc a mano. Ahora sí. Todo está preparado para el discurso. Seguro que a Benedicto le gusta mucho. Pero que mucho, mucho.



(ÚLTIMA HORA: debido a presiones recibidas desde la Diputación Provincial de Burgos y por la Asociación de Padres Acojonados Por La Vida Real, el Comité Organizador, siempre conciliador y comprensivo, se ha visto obligado a retirar la estampita del Cristo que tapaba el pedazo de pollón de Serafín. En su lugar le hemos colocado una estampita de la Virgen de la Almudena que es como más de Madrid y, como todos sabemos, una virgen es siempre mucho más marica)

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