Pilot Gaydes 4: Zorreando Por Benidorm y Alicante

Ahora que ya estoy tranquilito en mi casita toca hacer balance de las pequeñas vacaciones que me he pasado en Benidorm.

Si mis aventurillas en Chueca fueron mi bautismo como gay sexualmente activo, mi semana en tierras del levante han sido como mi confirmación. Y todo el mundo sabe que si no estás bautizado ni confirmado no te puedes casar. Cualquier día de estos voy al cura de mi parroquia y le pido que de unos cursillos prematrimoniales.

La zorrería, (como llamaré a partir de ahora a follar con desconocidos en cuartos oscuros o en otros sitios habituales de cruising) comenzó el viernes. Benidorm tiene una zona bastante apañada de ambiente, localizada en las calles Alicante, Cuatro Esquinas y Santa Faç, y en pleno centro. El de mejor rollo es el Lovers, el People es el clásico de toda la vida y luego están The Look y Cooper que, según me contaron, tuvieron enfrentamientos legales entre ellos, lo que supuso el cierre del primero durante un año. Cosas de maricas histéricas. En todos estos sitios hay un cuarto oscuro. Y ahí es donde la armé. Este primer día me lié con dos pabos. El segundo me hizo gracia, era inglés y cuando iba a correrse me empezó a decir que quería hacerlo en mi pie. Qué tío más raro. Yo me quité rápidamente la zapatilla derecha para darle el capricho al muchacho, no fuera que me las manchara. E hize bien, porque si no...

Al día siguiente, el sábado, volví a estos mismos garitos. Empecé a hacer la ruta, entrando y saliendo de los cuartos oscuros, a ver si habían dejado algo para mí. Al final terminé en el del Lovers comiéndole la polla a un tío de 29 años. Cuando acabamos nos caimos bien y nos pusimos a hablar de nuestra vida. El era abogado y de un municipio de la zona. Estuvimos el resto de la noche juntos, zorreando cada uno por su lado pero pendientes el uno del otro. Cuando cerraron a eso de las 4, me llevó a la playa de Poniente para que conociera una de las zonas habituales de cruising. Cuando cierran los garitos muchos se van acercando a esta zona para rematar la noche. El cruising se hace en un paso subterráneo que hay por debajo de la carretera y que comunica la calle con la playa. Pues allí estábamos, unos cuantos maricas a ver qué pasaba. Como no encontramos nada decente decidimos irnos, no sin antes darnos los teléfonos y los correos electrónicos. Quedamos en ir al día siguiente a Alicante para que yo conociera algunos de los sitios donde el suele acercarse.

Así que al día siguiente pasé a buscarle a su casa y nos fuimos a Alicante. Estuvimos en el Dark. Está en el puto centro de la cuidad, en pleno paseo del puerto, al ladito de las terrazas de los guiris heteros con sus niños pequeños. Ese día era la fiesta del fetichismo y sólo podías ir en calzoncillos, de cuero, de uniforme, etc. Pues me vino bien, porque justo esa noche estrenaba unos Calvin Klein azules bastante chulos. Ni preparado, oyes. El Dark es, básicamente, un cuarto oscuro en si mismo, debía haber por lo menos 150 personas sin exagerar y, claro, se armó la de dios. Tres horas estuvimos dale que te pego, yo estuve con cuatro tíos y todos buenísimos. El que más me provocó, y estuve casi una hora con el, era un francesito de Marsella. Estaba realmente bueno y me ponía como me decía al oido no sé qué cosas en francés. Tuvimos que movernos a una de las cabinas porque si te quedas ahí en medio se te van juntando otros y en ese momento estábamos a gusto solos.

Cuando cerraron el local a las cuatro, fuimos al sitio más conocido para hacer cruising de la ciudad. Está en la playa pero hay que coger coche porque está en las afueras, cerca del aeropuerto. Es lo que llaman Las Cañas (por las cañas que sobresalen de unas dunas y entre las que se meten los maricas a follar). Está cogiendo un desvío que pone Urbanova. No tine pérdida. Cuando llegamos había unos 30 cohes. La entrada habitual de siempre estaba cortada por la policía local y vimos a una patrulla dando vueltas. Increíble. Un tío bastante enrollado que era de Alicante y con el que nos pusimos a charlar un rato nos comentó que la policiá estaba tocando mucho los cojones últimamente desde que había cambiado la alcaldesa que ahora era...¿a qué no saben de qué partido político?. Vamos a ver. En la playa donde estábamos no se molesta a nadie. Pero a nadie, de verdad. Está muy alejada de zonas construidas y a esas horas por allí no pasa ni el tato. No sé cuántos coches de policía tendrán patrullando a esas horas en la ciudad pero uno de ellos estaba cerca pendiente de unos peligrosos y pervertidos maricones de mierda. No puede evitar indignarme Yo flipaba.

En cualquier caso yo rematé la noche comiéndome a un tío que estaba buenísimo. Me dijo que acababa de correrse con otro y que la iba a costar hacerlo de nuevo, pero aun así estuvimos un buen rato hasta que yo terminé con lo mío.

En cuanto acabamos acerqué a mi colega a su casa y quedamos en escribirnos y charlar y vernos cuando volviera yo en alguna otra ocasión, algun puente o algo. Es bueno ir de zorreo con alguien, cuando acabas lo haces de mejor rollo, se lo comentas, te echas unas risas. Es más llevadero.

El día siguiente me acerque yo solito a Alicante a pasar la tarde tranquilamente en una de las tres saunas que hay. Me acerqué a la Steam (10 euros la entrada), bastante nueva y limpia. Las saunas son otro rollo totalmente distinto. Llegué a eso de las seis y me largué a las diez. Tuve la suerte de comerme a un chaval jovencito que estaba de muerte. Superfibrado, con un piercing en el ombligo que me volvió loco y con una cara de vicio que no se podía aguantar. Luego estuve en las sauna de vapor (casi me achicharro), me pegué una buena ducha (es otra de las cosas buenas de las saunas que te vas duchadito y no hueles a cerdaco el resto de la noche) y luego estuve un poco en internet viendo blogs (es que en estos sitios hay internet y todo). Y al final me fui más contento que unas pascuas a mi apartamento.

Pues esto ha sido parte de mis vacaciones (no todo claro, también estuve en la playa, en la piscina del apartamento, dando paseitos, de terracitas, haciendo las cosas que hace la gente decente).

La próxima semana he quedado a comer con unos colegas del trabajo en Bilbao y me pasaré por la tarde por algunas de sus saunas. Y el fin de semana a mi Chueca querido (el amiguete que me eché en Benidorm me ha recomendado que vaya al Strong, un sitio al que el iba mucho cuando estudiaba derecho en la Complutense).