He tardado en escribir esta entrada más de lo normal porque tengo un secreto que me averguenza y con el que cargo día a día. Pero creo que ha llegado la hora de hablar y confesarme: TENGO UNAS AMIGAS BOLLERAS.
Así de claro y así de duro. Mi honor de gay está hecho trizas.
Lo peor de todo es que no son unas amigas del montón. Lo peor de todo es que son dos grandes amigas. Se llaman Catalina (Cata a partir de ahora) y Mónica.
Yo a Cata la conozco desde hace tropecientos años, desde antes de ir a la universidad. Hemos pasado muchas cosas juntos y desde el principio peleamos a muerte por nuestra amistad (contra amigos egoistas, contra parejas posesivas, contra las distancias geográficas...). Pero ha merecido la pena, porque se ha convertido en algo así como mi hermanita. No la puedo querer más. Es dulce, lista, generosa y guapa. Y todo esto a pesar de ser tortillera, lo que tiene su mérito. Si no fuera porque yo soy ultra-gay y ella es una bollera casada, la pedía matrimonio hoy mismo.
A Mónica también la quiero un montón. Aunque sólo sea porque ha hecho feliz a Cata y porque nos ha devuelto a la amiga que a todos nos enamoró en un principio, ya se merece un puesto privilegiado en mi vida. Pero es que además es inteligente y, muy importante, de fiar. No te dirá nada que no sienta, ni te hará cumplidos falsos. Te dirá las cosas a la cara y con seriedad. Es el complemento perfecto a la pequeña locura de Cata.
Cata y Mónica se conocieron hace como seis años (o algo así, perdonadme si fallo en alguna fecha) y se casaron en agosto de 2.009. Su boda y posterior celebración fue la bomba. Inolvidable. El buen rollo que se respiraba era increíble.
De alguna forma ellas, sin saberlo, me han empujado a salir del armario. Son un ejemplo de normalización y de apertura del mundo homosexual. Viven en una ciudad pequeña pero nunca han ocultado nada. Fueron las primeras con las que hablé seriamente de mis intenciones y a ellas les cuento cosas que no cuento a nadie (ellas conocen cosas de mis aventurillas por Chueca que nunca me atrevería a escribir en este blog).
En noviembre del año pasado tuvieron una hija. Helena la llamaron (con "h", claro, todo un guiño a la cultura griega clásica). Yo soy su tío gay, el que la malcriará cuando sea mayor, la regalará chucherías y la aconsejará sobre chicos guapos, si es que sale hetero. Si sale lesbiana no la podré ayudar, pero la seguiré queriendo igual.
De izquierda a derecha: Cata, Helena y Mónica |
Ayer estube pasando el día con ellas. Comimos juntos. Después, cuando la niña se fue a echar la siesta con su mamá Mónica, Cata y yo nos pusimos a ver los primeros episodios de la segunda temporada de Glee (por cierto, ¿habeis visto el pedazo de rubito cachas que han fichado este año?. ¡Yo quiero ser director de casting de Glee para poder probar a todos los actores nuevos!). Cuando la niña despertó nos fuimos a dar un paseo, me compré unas gafas de sol superchulas, de las que emiten ondas gay (es que la próxima semana me voy a Benidorm y tengo que estar preparado. Con estas gafas follo seguro). Por último cenamos viendo de fondo un episodio repetidísimo de El Mentalista (por cierto, Patrick Jane : te dejo leer mi mente cuando quieras). Fue un día sencillo, pero muy grande. Me cargó las pilas y me llenó de ilusión. De la ilusión de que algún día yo pueda tener algo parecido.
Os seguiré hablando de ellas y a Helena la voy a dedicar una serie de cuentos que empezaré a publicar la próxima semana. Es desagradable llenar un blog con cosas de bolleras (ya vereis cuando os cuente las cosas que comen) pero es que no lo puedo evitar.
Por último quiero dedicar una canción (qué antiguo suena) a Cata, Mónica y Helena. Es el mítico "Don´t Stop Believing" del mítico primer capítulo de Glee. A todos: nunca dejeis de creer. En lo que sentís. Nunca. Merece la pena.
Eso es bonito, compartir un día con tu pequeña familia, yo también tengo mi pequeña familia, la que he elegido yo y con la que estoy a gusto.
ResponderEliminarBesazos!!!
No se como llegaste a mi vida,supongo que el destino tiene esas cosas. Al principio no te hacias notar, pero cuando él me dejó,y tú me prestaste un libro con el acertado título de "Corre,conejo", fui tuya para siempre.Que habría sido de mi y de mi culturilla cinéfila si no hubieses estado para acompañarme al cine.Que hubiese pasado en nuestras vidas si no hubiesemos visto juntos éxitos tan memorables como "Robocop", "Phantasma" o la mas actual "Alien versus Predator 2".Donde se hubiesen quedado las risas juntos.Gracias por todo.Ya sabes que te quiero(no es nada sexual).PD:Nunca te lo había dicho,pero siento mucho lo de mi gato y tu cazadora...
ResponderEliminarEs super genial eso, y todo ese suceso de tus amigas que son pareja y ya tienen una hijita, esas son las cosas que como dices tú nos dan la esperanza a nosotros para seguir y creer que el romance y que cosas así de parecidas se pueden lograr.
ResponderEliminarPues si ese rubiecillo que dices tú de la segunda temporada está muy bueno, que hasta me dio por pensar la primera vez que lo vi, si no sería gay, pero no... fue sólo una idea mía. Cuando lo vi por primera vez me las trajo ese rubio pero bueno me conformo con Kurt, sexy y que tiene mucho para entregar(ese si es gay ficticio y real).
Besotess.
bollera es significado de mujer que le gustan las mujeres ?
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