Qué Inventen Otros 1: Nanorrelatos By Marcos Ley & Mercedes Reglá

Cuando titulo esta serie de entradas con "Qué Inventen Otros", me refiero a que estoy de vacaciones y no me apetece dibujar. Así de clarito. Así que aprovecho para reproducir el trabajo de los demás (y así, de paso subo el nivel un poco)

Pero hoy, a este post en concreto, tambien se le puede aplicar lo de "Qué Inventen Otros", con otro significado.

Me explico.

Ahora en verano, y especialmente el mes de agosto, es cuando uno puede comprarse la prensa más a gusto o escuchar la radio de mejor rollo (aunque este año las noticias nos estan fastidiando un poco en verano).

En la radio, los grandes gurús mediáticos se cogen vacaciones. Y eso se nota. Para bien. Los pesadísimos adoctrinadores que están el resto del año diciéndonos lo que tenemos que pensar e intentan siempre llevarnos a su huerto, dejan paso en estas fechas a los sustitutos. Estos están el resto del año encerrados en la redacción y aprovechan ahora para hacer el programa que el imbécil de su jefe no les deja hacer. Como suelen ser más jóvenes hacen programas más interesantes. Sí, porque contra los que muchos penseis la experiencia no es un grado. La frescura y las ganas de hacer cosas sí que son un grado.

Ahora es cuando también aparecen los becarios. A mi me producen ternura, no puedo evitarlo. Qué mal leen, que nervios que transmiten, que forma de escribir tan chapucera, cómo se nota que no tienen ni puta idea de nada, cómo tiran de la Wikipedia sin ningún pudor. ¡Cómo me gustan!. Se les ve con tantas ganas...Prefiero un becario ignorante a un Carlos Herrera fascistilla disfrazado de tío gracioso y enrrollado (no me extraña que te haya dejado la Mariló, capullo).

En la prensa tambien se nota el cambio. Aparecen las páginas especiales dedicadas al verano. Ojalá los periódicos fueran así todo el año. Yo siempre leo los periódicos por detrás y me paro en la mitad. De la mitad hacia el principio es todo una basura. Antes les leía enteros para luego poder hablar de todo y hacerme el interesante (en realidad lo que hacía era repetir la lección como un lorito bien amaestrado). Pero últimamente no puedo evitar sentir que se están quedando conmigo o que me están vendiendo alguna moto estropeada.

En las páginas veraniegas te encuentras el buen rollo del que hablaba para la radio. En verano aparecen colaboradores diferentes y mucho más interesantes. Y aquí es donde toca hablar de los Nanorrelatos de Marcos Ley y Mercedes Reglá. A mi me encantan y les estoy recortando todos los días para guardarlos (soy así de mitómano). Aparecen dentro de la Revista de Verano de El País. Son directos, tiernos, a veces algo naif, a veces con muy mala leche. Son geniales.

Con los humoristas gráficos de prensa tengo un problema: no puedo evitar pensar que les dictan los directores de periódicos lo que tienen que dibujar todos los días. Forges me parece un pesado (no lo soporto, me saca de quicio), el Roto tiene sus días (pero se salva), al Peridis nunca le terminé de pillar la gracia, el Máximo me gusta (¿por qué te largastae con ésos, cabrón?), los Gallego&Rey viven de las rentas pasadas y ya cansan, el Ricardo nunca tuvo gracia (¿pero nadie le ha dicho que el Goomer que hace con Nacho es una mierda, después de tantos años? y los Idígoras y Pachi son unos chapuceros sin gracia. El que más me gusta, con diferencia, es Caín. Qué bueno es el cabrón. La pena es que esté dentro de La Razón. Cuando mi madre compraba este periódico los sábados porque regalaban el Qué Me Dices! yo los recortaba y los guardaba. Ahora los ojeo en los bares o en los quioscos. Pero lo hago a escondidas para que no me relacionen con este tipo de prensa amarilla...¿o debería decir azul?.

Bueno que me he enrrollado demasiado. Aquí os dejo algunos nanorrelatos que me he traído escaneados a Benidorm. En cuanto publique este post me voy para Alicante, a continuar mi exploración del mundo marica.