Post Desnudito 3: Un Aniversario, Una Segunda Cita Y Una Noche Inolvidable

Lo primero es lo primero. Había prometido colgar un post dedicado a Cata y Mónica este fin de semana y no lo he podido hacer al final. Soy un desastre. Pero quería recordar, a pesar de todo, que hoy celebran su segundo aniversario de boda. Hoy se cumplen dos años desde que se creó una nueva familia. Una familia feliz. Lo repetiría ochentamil veces para que algunos de los que ponen en duda los coceptos matrimonio y familia para según qué colectivos, se enteraran de una vez. Felicidades. Os quiero muchísimo. Cata, te veo el martes para ir a ver Super8. Mónica, vente con nosotros porfa, que seguro que te gusta. Hablamos.

Hoy también tengo la necesidad de escribir esta entrada para contaros dos cosas importantes para mí.

La primera es que la segunda cita con el tío del Gaydar será mañana por la tarde. Tengo ganas de volver a verle. A ver si se repite el buen rollo del jueves pasado y hay una tercera. Gracias a los que leeis y comentais las tonterías que escribo. Habeis puesto cosas realmente bonitas en el post del viernes. Empiezo a sentir a alguno de vosotros como parte ya de mi vida. Qué tontería. Pero es así.

Y la otra cosa que os quería contar hoy, sin falta, es lo que me ha sucedido este fin de semana. Yo ni me lo creo todavía. Ayer me acerqué a Madrid y después de dar la vueltecita de rigor por Chueca (Rimmel y Black & White), me acerqué hasta el Strong, que está cerca de la plaza de Callao y es algo así como un mega cuarto oscuro. Ya eran la dos de la noche, más o menos, y me pasó algo maravilloso. Después de haber estado con uno del que ya ni me acuerdo (él, seguramente, tampoco de mi) se me acercó un tío y me dijo que si quería ir con él a su casa. Que estaba algo borracho pero que dormiríamos un ratito y luego haríamos cositas. El tío me dio un buen rollo increíble, era muy majete. Pues nada, como yo últimamente me apunto hasta a un bombardeo, le dije que sí. Cogimos un taxi y a su casa que fuimos. Durante el trayecto nos pusimos a tontear. El taxista casi nos echa. Este amiguete tiene 34 años y es realmente guapo, un culo impresionante y una polla de esas que están un poco arqueaditas y se pegan bien a la barriga y muy grande...Impresionante. Pues llegamos a su casa, nos desnudamos y él me abraza fuerte y nos quedamos dormidos. Así hasta las once de la mañana. Entre medias jueguecitos medio dormidos (primero se me pone dura a mi, luego a tí, que si te la chupo un poquito, que si luego tu...). Cuando nos despertamos tomamos una café y volvimos a la cama. Él me contó toda su vida, yo le conté la mía, estuvimos descojonándonos un rato de los pabos que salen en el Cam4, me enseñó sus videos de música favoritos en el Youtube y nos pusimos tontos hablando de la familia, de la puta vida de los gays, de la soledad, de los miedos...A media tarde nos vestimos, nos dimos los teléfonos y nos dijimos adiós, hasta la próxima. Y durante todo el rato besos. Muchos besos. Y algo de popper, todo hay que decirlo.

Ya nos hemos mandado hace un rato el típico sms de "gracias por todo, nos vemos pronto". Hoy, por primera vez en mi vida, he sentido algo más. Algo especial. Yo me lo voy a currar a muerte. A ver hasta dónde llegamos. El tío de la segunda cita también está ahí, me gusta, pero es que este...No sé. Qué lío.

Ahora me estoy limpiando las lágrimas que me han brotado escribiendo esto. Estoy acojonado. Quiero que todo esto funcione.

No quiero estar solo.

Quiero que me vuelvan a abrazar toda la noche.